viernes, 2 de octubre de 2009

La Función Intelectual


 

Hoy en día, la vida intelectual se encuentra en una situación paradójica.

La metafísica griega, el derecho romano y la religión de Israel han sido en la historia los más grandes momentos en densidad de conocimientos científicos nuevos e inéditos y nuestra ciencia actual es otro de esos logros. Pero a pesar de contar con un enorme y pasmoso desarrollo científico hoy el intelectual se encuentra en una situación de confusión, de desorientación que lo lleva a un íntimo descontento consigo mismo.


 

1.- Confusión en la ciencia. Esta confusión no proviene de la crisis de principios que pudieran experimentar las ciencias actuales: ésta crisis sería más que confusión un signo de vitalidad.

La confusión es algo proviene de algo distinto y muy grave.

  • Muchas ciencias carecen casi por completo de un preciso y claro objeto de estudio, puesto que cualquier conjunto de conocimientos homogéneos que atraen la atención al adquirir cierta independencia en el conjunto del saber, se le llama ciencia. Ciencia sería una determinada cantidad de conocimientos independientemente del saber riguroso sobre un ámbito de estudio determinado.


 

  • Todas las ciencias se hallan colocadas en un mismo plano. Es decir, da lo mismo una que otra ya que no existe diferencia de rango. Carecen de unidad de perspectiva y de rango y se nota en la convicción de que tenemos un conjunto de saberes dispersos. Se piensa que con tal de que sean científicos qué más da uno que otro.

    El carácter científico de los saberes lo determina el conocimiento de los hechos, de lo que está ahí (possitum) y que a todas las ciencias las hace positivas. La radical positivización de las ciencias actúa como principio
    nivelador.


 

2.- Desorientación en el mundo.-

La confusión reinante en la ciencia denota que la función intelectual no tiene un lugar definido no por falta de interés sino porque esta función se ha convertido en una especie de secreción de verdades vengan de donde vinieren y versen sobre lo que versaren.

Ante el diluvio de conocimiento positivos el mundo realiza una criba de verdades guiados por la utilidad de las mismas desechando todo lo demás.

De este modo se pierde la conciencia de los fines, el mundo actual no sabe lo que quiere, todo se torna caótico. Y surge la idea adversa hacia la vida intelectual como inútil. El mundo se vuelve frívolo y el aburrimiento existencial y el sinsentido de la función intelectual se apoderan de la vida.


 

Autor: LF. Juan Manuel García López

San Luis Potosí, S.L.P., 02 de Octubre del 2009


 

http://www.zubiri.org/works/spanishworks/nhd/nuestrasituacion.htm#R1

Zubiri, X. (1983). Naturaleza, Historia, Dios. Madrid: Alianza Editorial.


 


 

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